La provincia de Misiones es un territorio que conserva en la tonada de sus habitantes la tranquilidad que transmiten sus paisajes, no se trata del argentino de la televisión, sino de quien habita un territorio de triple frontera con acervo de la cultura Guaraní. Se mantienen allí algunas comunidades que luchan por el reconocimiento de una educación propia para continuar con sus experiencias de vida indígena o campesina. Se ha dicho en la vasta literatura que el territorio no es solo un espacio geográfico, y es fácil reafirmar este enunciado al encontrar que los territorios son sus gentes, las relaciones que establecen con los ecosistemas y con los demás seres vivos.
Este proceso ha sido denominado territorialización, y se hace evidente en lo que las personas han hecho de los lugares en los que viven, contextos en constante disputa, como por ejemplo la Escuela campesina y la Feria de semillas que se erigen en medio del monocultivo de pino que todavía sigue sacando sus ganancias en el lomo del río Paraná, como ocurriría en épocas de la primera colonización. Yerba mate que se asoma en las carreteras, imponiéndose como una de las ‘mejores del país’, frente a pequeños cultivos lineales de té que se dejan ver de cuando en vez.
Hacia la frontera con Bolivia, va apareciendo una Argentina menos visible hacia afuera. En muchos lugares se hace un homenaje a la Pacha Mama por tratarse de su mes, con saumerios, rituales gastronómicos, ofrecimiento de vinos, muestras culturales, peticiones por mejor suerte y mucha devocion. Se trata de un país que mantiene su raiz indígena sobrepasando la imagen del gaucho, a la vez que confronta el estereotipo de altivez.
En Salta, demostraciones coloridas y bailes profundamente andinos, texturas y sabores que se conjugan con el ritmo de la Chacarera en sus Peñas, dan cuenta de la diversidad de formas de ser argentino/a. Se expresa una cultura viva como realización de gozo y deleite digno, más allá del arte como folclor o el necesario pero cansado performance para la denuncia. Por los caminos de esta ciudad hacia Jujuy se alza una majestuosa cordillera que sostiene la tierra, pero que se convierte en paisaje de riquezas minerales codiciadas para quien las mira con los ojos del capital. Sales, óxidos, litio y seguramente muchos otros.
La lógica extractivista se impone en los entornos naturales de aquí y de allá, la explotación de litio en esta provincia pone en riesgo los acuíferos de las alturas andinas pero la política nacional no parece interesarse por el cuidado de la vida.
Visitar las Salinas Grandes, ecosistema mineral que hoy se encuentra bajo el control de una multinacional, es casi que una obligación, pero no para quedarse sólo en las fotos (que sí, quedan muy lindas) sino para apreciar la impresionante belleza y riqueza que nos permite vivir en este planeta, en el que sus gentes a veces pierden el rumbo. Habrá que seguir andando caminos en búsqueda de la sensatez, de la memoria, del horizonte, del sentido.
Tuve la oportunidad de conocer la magnífica diversidad de Argentina y pude volver a mi ciudad y país Bogotá Colombia, con mi corazón envuelto en lazos más fuertes aún con ese palpitar latinoamericano.. Hoy Jujuy es también mi causa y cada rincón de la Argentina lo siento como propio.
Bonita experiencia. Estamos en el mismo caminar… ¿Podrías contarnos más sobre esa causa? Saludos
Excelente fotografias y reflexxiones.En Olavarria formsmos parte de Ruta 3 Educacion Ambiental .Escuelads rurales.Olavsrria conocita como Ciufad del cemento.Con caleras de cemento csl granito como Loma Negra .Calera Avellaneda Sierras Bayas.Donde el extractivismo es a cielo abierto.Quedan los pozos vacios .Destruccion de nuestra madre tierra.Lucha constantre.Formo parte de un Proyecto de Educacion Ambiental . Se lleva a csbo en instituciones educstivas.Objetivo Tomsr conciencis de la Realidad.Muchas grscias Celular O2284 15559706 Olavarria.Bs.As.
Gracias por complementar esta nota con tu experiencia Ana María. Podemos continuar los diálogos si nos compartes tu trabajo. ¡Saludos!